Un joven vendedor es sorprendido in fraganti por un policía. Le esposan y le registran. Las manos del policía son bastante invasivas, acariciando al chico, palpándole el culo. El generoso policía llega a un acuerdo: no hay arresto, pero el chico malo debe arrodillarse, abrir la boca y chupársela. El afortunado delincuente podría incluso ser follado por el agente colgado.
En el ejército, el respeto y la obediencia son dos valores importantes. Un sargento francés se dispone a enseñárselos a un nuevo recluta, un tímido joven de la República Checa. Le cuestiona su dedicación y devoción al cuerpo del ejército... El joven soldado está ansioso por demostrar lo motivado que está y su ingenuidad le va a dejar a merced del cachondo sargento. Rápidamente se le ordena ponerse de rodillas mientras la enorme polla de su superior invade su boca y su garganta. Chupa la polla como si su vida dependiera de ello. Su culo liso y virgen es el siguiente.